Símbolo de toda una
colonia, el Kiosco Morisco es desde su edificación, una de las
construcciones más características de la Colonia Santa María La
Ribera.
El Kiosco Morisco se
localiza en el centro de la Alameda de Santa María La Ribera, en el
cruce de la calle Dr. Atl y Salvador Díaz Mirón.
La historia de este
kiosco data de finales del siglo XIX, cuando fue diseñado por el
Ing. José Ramón Ibarrola para ser el Pabellón de México en la
Exposición Universal de 1884 - 1885 y de la Feria de San Luis
Missouri en 1902. La estructura de este kiosco (conformada por
varios arcos y columnas mudéjares) está realizada completamente en
hierro, material de construcción en voga en aquella época y que se
piensa fue fundida en Pittsburgh, Pensilvania en hornos propiedad
del magnate norteamericano Andrew Carnegie debido a la relación de
amistad que tenía con el diseñador del kiosco.
Tras haber cumplido
su cometido, la estructura fue traída de nuevo a México a principios
del siglo XX, siendo instalada en el costado sur de la Alameda
Central, en frente del ex - convento de Corpus Christi. Durante el
tiempo que permaneció en ese lugar, el Kiosco Morisco fue sede de
los sorteos de la Lotería Nacional. Posteriormente, durante las
fiestas del centenario, el presidente Porfirio Díaz mandó erigir un
monumento en ese sitio, el Hemiciclo a Juárez. Por tal razón y en
respuesta a una petición por parte de los colonos del nuevo
fraccionamiento Santa María La Ribera, el kiosco fue trasladado a su
ubicación actual, donde es ahora el centro de reunión de la
comunidad y orgullo de esa colonia, orgullo que ha alimentado un
gran número de mitos alrededor de esta construcción, mismos que van
desde la afirmación de que el kiosco fue donado por un jeque árabe
hasta la asociación del kiosco con aspectos astrológicos y mágicos
debido a su planta octagonal y el gran número de decoraciones
geométricas que tiene. Lo cierto, es que este espacio destaca por
ser una construcción única en su tipo en la ciudad. En el kiosco se
realizan varias actividades que van desde conciertos de orquestas de
cámara, bandas populares hasta reuniones vecinales o bailes de
salón, que dan a este lugar, una gran vitalidad, misma que ha
conservado desde hace ya más de 100 años. |


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